martes, octubre 27

Éxtasis

Tengo miedo a regresar y defraudarlo nuevamente, cuanto lo he pensado y añorado, pero no quiero fallarle, no a él que me ha dado tanto y soportado todo sin reservas pero sí muy tortuosamente pues a cada instante enmaraña mis pensamientos haciéndose presente.

He vuelto a él tras varias caídas, mucho recelo y tantas ideas nuevas que me invaden y me hacen perderme en un mar de ideas para luego abandonarlo, pero sin dudarlo sigue ahí, tan febril como siempre, con gran interés y deseo,  simplemente no me exige, no reclama, sino que espera impacientemente pero que al fin aguarda.

Ya puedo sentir aquel abrazo que de lejos y sin vernos me da, ese ardor que enciende mis entrañas con sólo pensarlo,  el deseo amoroso de  fundirme con él, alucinando tontamente   y tomar todo cuanto pueda de él, de una forma egoísta evitando dejar caer pizca alguna con sombras de mi amado.

Es tan cruel y a la vez inmaculado, divino resplandor en mi ser, sutil roce que tirita mi piel con sólo susurrarme, ¿pero es que no entiendes cuanto me estremece? Y entonces seguramente te preguntas por qué lo he abandonado, y no, no lo sé, es una inconsistencia  mía que repugno y escupo pero que aún no he podido arrancar.

Aun así me ama y yo a él, por ello le he propuesto volver, envolverme en ese frenesí de calor, pero a la vez en sus dulces letras, porque es mi todo, en él están mis fantasías y confesiones y sin tener que pedírselo lo suelta en un secretos a voces exclamando todo sin pudor.


Tú mi fortaleza, mi delirio y flaqueza, mi todo, mi muy querido buzón roto.